¿De dónde eres? te preguntan muchas veces cuando viajas.
Yo soy incapaz de decir sólo de un sitio y siempre contesto:
-Nací en Santander, Cantabria, España, y allí vivo pero también soy gaditana (de allí era mi padre y así me siento por muchas cosas de mi caracter y mis gustos), extremeña (de allí era mi abuelo paterno y esas dehesas tienen algo... que me llama), asturiana (de allí es mi apellido y allí estudié... esos bosques de Quirós, esa gente tan maja...) y por supuesto de Cantabria.
Hay un pueblito minúsculo, escondido entre el mar y la montaña, verde, muy verde, lleno de árboles centenarios, esos robles y castaños me han arropado desde mmmm... desde siempre y de allí era mi familia materna. Pues bien, escondido en ese pueblo escondido hay un jardín escondido, un rincón idílico que ya cuidaron mis tatarabuelos y antes que ellos otros, y todos los que han ido llegando detrás de éstos lo han preservado, protegido y mimado. (Voy a parar ya que cuando me empiezo a enrrollar soy única).
Allí se recargan las pilas a tope y el otro día ha sido uno de esos, solecito rico, pajarillos cantando, siesta bajo la higuera, olor a verano, niños riendo, jugando, ¿suena ñoño? pues igual si, pero es que es así, un jardín lleno de recuerdos, de historia, de flores por todos lados...
Bueno me voy a dejar de literatura romántica y mejor os cuelgo unas fotitos
¿Qué? ¿a que era verdad? y mira mira, los niños corriendo...
Pues aquí vengo a descansar, a charlar largo y tendido, ya os lo podéis imaginar, y a respirar, eso si, sin olvidarnos de unas buenas viandas y luego claro vuelvo al estudio y ¿qué voy a dibujar? pues hadas y más hadas, duendes y pajarillos claaaaaro, a tallar ex-libirs con motivos florales y bueno venga... más pajarillos.
